INVENTARIO

Sobre una mesa de mi pieza, voy a vaciar mis alegrias y tristezas; hago un recuento de los daños mientras me razco la cabeza en vano, en un solo monton he puesto todo sin encontrar la formúla de clasificación perfecta, increible que en este pedazo de madera quepa tanta gloria marchita; desde el sublime rencor que profundo se oculta debajo de todo, hasta la emotiva felicidad que brinca de lado en lado; hay que etiquetarlo todo, ponerle nombre a lo perene, a lo fugaz e inherte, renombrar lo ya clasificado con la originalidad de posesion mia; medirlo, pesarlo y calcularlo con puntos decimales; Así sabre sin dudar si es ligera mi carga o tengo penas de sobra en los costados, asi sabré si en la justa medida del equilibrio existe un lado que pesa mas en la balanza, para saber si despúes de vaciarlo todo, pesarlo, medirlo y separarlo, el estado arroja perdida o ganancia.

Con la compañía de esta lámpara de mesa, el desvelo de la noche me inquieta y después de un inventario prolongado el estado final me dice que la vida en si misma no es un cálculo premeditado con exacta ecuación o resultado y que la satisfacción y certeza de cada paso dado es lo que determina la felicidad de las personas.