RELATO DE UN SUICIDIO
He asesinado a mis ideas positivas, cien metros bajo tierra yacen inhertes, mudas, podridas e inpensables. Castillitos en el aire, sueños, fantasías, moralejas de cuento, baratijas morales, justicias reprimidas....
Ahi estan postradas todas, amontonadas en un lugar distinto al que ocupaban en mi pobre pensamiento; tan alegre, positivo y confundido, tan idiota seguidor de causas perdidas, tan ingenuo arquitecto de ideales imposibles.
Basura toda al fin, de esa que nos venden en películas, de esa que prometen los políticos y se revuelcan en su trono inamovible, de esa de la que se aprovechan los que ya se han desecho de ellas también.
Muertas estan al fin, se lo merecen. Mi logica me dió la razón y tomo el arma homicida; mientras mis egos euforicos gritaban !Muerte da Muerte!, el miedo se armó de valor y apunto directo a ellas, pero fue la realidad quien jaló el gatillo.
Tendidas sin remedio en un suelo teñido de colores indecentes buscaron los ideales ponerse de pie, la fantasía intenta sacar sus alas y volar por poderes mágicos; los sueños frustrados pensaron que se trataba de una pesadilla, mientras la conciencia abatida e indefesa se despidió por ultima vez mirandome de frente, !No puedes ser inmune a este suicidio!.
Hoy, a unos cuantos dias de muertas, la realidad es que no tiene caso la vida....