L I B R E

Basta ya de ese perfeccionismo estúpido y controlador, de la limpieza exhaustiva de conciencia, de editar lo aburrido del guión de mi historia, del temor absurdo a correr riesgos y al afamado fracaso, de esa obsesión compulsiva por el orden en casa, de planear cada día en agenda y con itinerarios.

Renunció a seguir siendo la desprovista de enemigos que cae bien a todos, a intentar agradarle a mi suegra querida, desisto a los buenos modales y normas de etiqueta, al comentario adecuado y bien consensado, a la censura moral de burlarse del otro, cuando por un accidente se parte la geta.

Aspiro ser yo la autora a la mayor idiotez sobre este planeta, perderme en la imperfección de las cosas, ganarme el sustento con solo reposo, dormir hasta tarde y que chingue a su madre. Pretendo danzar en la lluvia sin atañer consecuencias gripales y recitar un poema en alguna montaña.

Deseo brindar con tequila a salud de mis viejas heridas, gritar ante un foro realista que me declaro una gran idealista, bailar en alguna azotea y hacerme la occisa aunque todos me vean, deshacerme de mis posesiones, hacer el amor en todas posiciones y decir que no creo en "pa´ toda la vida", mas si en el amor que se da día a día.

Quiero apostarle al incierto destino, que en este juego de azar no me lleva consigo, tomarme un café en los glaciares, arriesgar mi vida surcando en mil mares, quiero encontrar sin buscar ninguna respuesta, llorar por llorar sin excusas ni tretas, llenar de ilusión mis maletas, vagar y explorar por las sendas inciertas en los bolsillos del viento.

Y voy a luchar sin cuartel por mis ideologías, levantar el ancla del habitualismo, romper con las olas del imposibilismo, izar la bandera pirata y echarme un clavado a la nada con la libertad que implica ser yo… yara, para salvarme de ti, para entender que es por mi.